Blogia
A bote pronto

El autismo de Ronaldinho

El autismo de Ronaldinho

Jorge Valdano fue anoche el invitado especial en Una Noche Mundial de La Sexta. El futbolista más virguero con las palabras (que yo conozca) acompañó en el programa al Patxi Alonso y a dos invitados habituales, Jorge Cappa y John Carlin. El cuarteto debió debatir y desmenuzar una alargada recua de actualidades mundialistas. Pero yo llegué ya cerca del epílogo, el cual quiero rescatar. Pasadas las dos de la mañana, Raúl apareció como epicentro del debate.

Valdano y Cappa no pueden considerarse precisamente sospechosos de 'antirraulismo'. Pues bien. Cappa aludió a la falta de hambre futbolística de Raúl, a la pérdida de aquella luz en sus ojos que deslumbraba años atrás, a ese brillo natural que ahora derrochan otros como Ronaldinho. Valdano recogió el testigo como si Cappa le hubiese robado el pensamiento por telekinesis. Y ahondó en el asunto. Raúl, desde su condición de capitán y símbolo del Madrid, se preocupa demasiado en abarcar circunstancias que trascienden a su responsabilidad. Que si hay empleados del club descontentos porque Victoria Beckham no les firma un autógrafo, que si Ronaldo se ha enfadado porque Cassano le ha robado el almuerzo, que si el hijo de Roberto Carlos le ha pegado en el recreo al de Guti... Evidentemente, estos ejemplos están caricaturizados, pero vienen a resumir los expuestos por Valdano, quien enfocó al "autista Ronaldinho" como el ejemplo de ese futbolista que se ha esfumado en Raúl. Ronaldinho va a entrenar y sólo piensa en disfrutar jugando durante el entrenamiento. Después, se va a su casa y sólo piensa en el próximo partido. En su mente cabe exclusivamente fútbol, nada más. Éste es el esquema de Valdano sobre la esencia del fútbol. A veces redundante y frondoso en su retórica, pero asiduo al análisis correcto (desde mi punto de vista, claro). En este caso, el análisis de la esencia del fútbol, representada en el autismo de Ronaldinho.

Nota: la imagen de Ronaldinho en un entrenamiento de Brasil haciendo maravillosamente el 'mongol' con la pelota, una mezcla entre un beso y un malabarismo al estilo de las focas circenses, es un meridiano síntoma de su pasión por el fútbol en sí mismo, como arte, disfrute y alegría.

2 comentarios

Jorge -

Con lo que cuentas, gran Mario, aún me arrepiento más de haber llegado tarde al programa. Eso de los juegos con la pelotita en casa y la analogía con Diego y los los grandes de la historia debió ser antes de mi incorporación al debate. En cualquier caso, Valdano y Cappa siempre magníficos. Carlin ni abrió la boca durante los diez minutos que presencié yo.

Mario -

Ese programa fue delicioso de principio a fin. Cappa y Valdano estuvieron prolijos en las anécdotas, en las ocurrencias, en los perfiles de los jugadores que les daban a analizar (y fueron muchos, de variadas épocas). En sus palabras el fútbol tiene algo de realismo mágico, de cuento a punto de ser escrito. Su gran virtud consiste en hacer personajes de los futbolistas, relatos de los partidos y leyendas de las anécdotas, que por lo demás suelen ser bastante singulares o en su voz adquieren esa singularidad. Son dos grandes 'contadores' de fútbol. A esa luz, John Carlin (un tipo profesionalmente admirable pero de posturas algo cenizas), le opuso el clásico escepticismo británico, que viene a considerar que las magias son una trampa de la realidad. El contraste lo dejó en mal lugar. Y me sorprendió en un tipo que ha vivido en ocho países y que conoce bien, parece, la cultura latina y latinoamericana. El apunte sobre Ronaldinho que mencionas lo hizo Valdano, y fue así: "El otro día lo vi en unas imágenes de un reportaje en su casa y el tipo andaba por las piezas jugando con una pelotita. Pensé que eso era la explicación de su relación con el fútbo. En realidad, parecería que la vida es sólamente un paréntesis entre partido y partido. Y que el partido de fútbol es lo único que verdaderamente le interesa. En eso se parece a todos los grandes futbolistas de la historia. A Diego le ocurría igual...". Extraordinario.