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A bote pronto

Vuela Cani: adiós a ingenio y asistencias

Vuela Cani: adiós a ingenio y asistencias

El último ídolo de La Romareda ha tomado rumbo a Villarreal, donde podrán disfrutar de su fútbol en toda la extensión de la palabra. Del joven virguero que entró en erupción por primera vez en Oviedo ha pasado a ser un jugador regular y comprometido, pero ante todo diferente. Su marcha deja al Zaragoza huérfano de desparpajo y último pase.

Todavía no se ha despedido oficialmente, pero el zaragocismo ya siente nostalgia de Cani. Lo que empezó en 2002 como una historia de amor y odio, de pasiones encontradas en el subsuelo de la elite, de virguerías tan exquisitas como impropias de Segunda... se ha convertido en un noviazgo de pleno compromiso. La Romareda, que tantas desconsideraciones ha dirigido a Cani, ha terminado rindiendo pleitesía a uno de los mayores talentos que han salido de la cantera aragonesa en las últimas décadas. Algunos incluso han llegado a dibujar paralelismos con Lapetra. Quizá sea un antojo excesivo, quizá el tiempo llegue a darles la razón. Cani escribirá su historia a partir de ahora lejos de Zaragoza. Su futuro inmediato lo disfrutará el Villarreal.

'El Niño' irrumpió en aquel cadáver que se midió al Barça en La Romareda haciendo una declaración de principios, tirando un caño sublime a Reiziger. Ese era Cani en esencia, barroco en todo instante, pese a la tragedia o la desazón del momento. En Segunda mezcló pitos de incomprensión con acciones y goles excelsos, como aquella mañana en Oviedo o vaselinas repetidas. La inconstancia gobernaba su fútbol.

El Cani que pierde el Zaragoza ahora es otro notablemente distinto: más maduro, completo, regular... mejorado, en suma. Ha sido capaz de dosificar sus florituras, en ocasiones inocuas, para componer un juego de mayor practicidad. Siempre sin renunciar al espectáculo, pero siendo más partícipe en la creación incluso desde su acomodo a la banda. Esta temporada se ha convertido en uno de los mejores asistentes de la Liga, en un objetivo de continuo agradecimiento para Diego Milito y Ewerthon. Sin Cani, el Zaragoza queda huérfano de ese ingenio para el último pase, de su fluidez en la línea de tres cuartos, de un futbolista diferente.

AS, 29 de mayo de 2006

2 comentarios

Jorge -

Ya ves, tocayo. Si es que me fascinó tanto que no tengo palabras para describir el virtuosismo y la dificultad del gol...

Jorge Hernandez -

pero chico¡¡¡¡¡
que cosas escribes?, me ha molado el de Raul.Aunque yo siempre seré del 7. No te he visto escribir nada del fascinante gol contra Egipto del otro día....
un abrazo fenomeno